La Orientación Mercantil en el Modelo Educativo Ecuatoriano

Publicado: Quito, 15 de Agosto del 2016

Para comprender las modificaciones que está sufriendo la universidad ecuatoriana es importante situar el contexto actual y realizar una breve caracterización del gobierno de la Revolución Ciudadana-RC-, quien ha sido el ejecutor de varias reformas en este sentido y que afectan a la universidad, y al modelo educativo en su conjunto. Partiendo de ahí, es necesario entender el papel histórico que le tocó jugar a la RC en el contexto de un país semi-colonial, de economía primario-exportadora, atado a la división internacional del trabajo, y que en la última década venía sufriendo los embates del neo-liberalismo que había producido una gran crisis económica a finales de los noventa, y una crisis institucional del Estado.

El gobierno de la RC llegó a Carondelet y logró una Asamblea Constituyente, recogiendo supuestamente las reivindicaciones populares que venían siendo parte de los movimientos sociales desde los años noventa. De esta forma, reorganizó el país y oxigenó un Estado en crisis y una institucionalidad profundamente desgastada, donde se habían sucedido tres presidentes en menos de 10 años. Este es un gobierno que ha articulado la economía a los intereses de las grandes potencias, especialmente China, sirviendo de manera directa también a sus agentes locales, la burguesía compradora y burocrática[1] ; acentuando una economía de base primario exportadora donde los sectores estratégicos se hallan en manos de estos grupos que además han logrado obtener las ganancias más importantes históricamente de la mano de la revolución ciudadana. Ello lo ha llevado a cabo a través de un intenso proceso de corporativización, expresada en la cooptación y división de las organizaciones sociales, hecho al que no se halla exenta la educación, combinado además con formas de criminalización de la protesta y la lucha social, cerrando el círculo con un gran monopolio mediático que bombardea de propaganda la sociedad entera.
Ya en el ámbito específico de la Educación Superior, la RC necesitó hacer un balance general de la Educación, para eso utilizó el informe del CONEA, aplicando el mandato catorce donde ya se hablaba de la educación gratuita bajo responsabilidad académica y finalmente la aplicación de la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES) que entró en vigencia en el año 2010, donde fueron creadas 3 nuevas instituciones reguladoras de la educación superior que son el CES, CEEACES Y EL SENESCYT y a través de las cuales el ejecutivo se asegura el control de toda la estructura educativa imponiendo un modelo funcional, elitista y mercantil.
El paradigma teórico del gobierno sobre la educación superior se basa en la recuperación de “lo público”, la universidad como un bien público -ya sea esta privada o estatal- como expone Arturo Villavicencio, lo que encubre una creciente opacidad entre los límites del conocimiento como un bien público o como un producto capitalizado al servicio del lucro[2].
“El problema de la enseñanza no puede ser bien comprendido al no ser considerado como un problema económico y como un problema social. El error de muchos reformadores ha residido en su método abstractamente idealista, en su doctrina exclusivamente pedagógica. Sus proyectos han ignorado el íntimo engranaje que hay entre la economía y la enseñanza y han pretendido modificar ésta sin conocer las leyes de aquélla. Por ende, no han acertado a reformar nada sino en la medida que las leyes económicas y sociales les ha consentido” (Mariátegui)[3]
En este sentido (Villavicencio, 2013) existiría un colonialismo académico expresado en los modelos de acreditación y evaluación de la universidad donde el CEEACES y el SENESCYT utiliza rankings provenientes de la Europa Occidental o de Estados Unidos no tan solo como referencia de lo deficientes que son las universidades ecuatorianas, también para la asignación de recursos de investigación y becas para formación de estudiantes y docentes.
Hay por un lado un plan elitista donde se ha creado un filtro para sesgar el ingreso a la universidad pública a través del Sistema Nacional de Nivelación y Admisión (SNNA), combinado con una ingente inversión de recursos económicos en universidades de élite, universidades adaptadas a la visión universidad-empresa, que son las 4 grandes ciudades del conocimiento, con una inversión que supera los 1 000 millones de dólares, y por último un crecimiento de los Créditos Financieros vinculados a la universidad privada, que como en otras ocasiones de la historia de la Educación en el Ecuador, como es el caso de los años noventa, cubriría esos vacíos dejados por la universidad pública (Pacheco, 2013). Es decir, se sesga y limita el ingreso a la universidad pública, y se alienta el lucro de la universidad privada vía crédito educativo.
La universidad privada en los últimos años
En los últimos años se han registrado varios fenómenos que darían cuenta de la privatización y mercantilización de la educación superior, y consecuentemente a esto un encarecimiento de la educación privada con relación a años anteriores. En primera instancia, se encuentra el sesgo del ingreso a través del SNNA, donde dejaría a muchos bachilleres fuera de las posibilidades de acceder a la educación publica y buscarían como opción la universidad privada. En los últimos cinco años (2011-2016) el ex IECE (Instituto Ecuatoriano de Crédito Educativo) ahora Instituto de Fomento al Talento Humano ha entregado 12 185 créditos educativos, y se invirtió un total de USD 201, 9 millones de dólares. Del 100% de créditos educativos otorgados en Ecuador, el 93% correspondía a cantidades inferiores a USD 30 000. El otro 7% corresponde a montos superiores.[4] De alguna manera deja ver todo la cantidad de dinero que va a parar en manos de las universidades privadas del país. Sin contar con que muchas veces el crédito no alcanza, y los estudiantes recurren a los préstamos familiares o a otras formas de pago.
De igual manera en la noticia del Comercio citada anteriormente se señala la anulación de los créditos para títulos técnicos o inferiores al tercer nivel de educación; es decir, privilegiando a los estudios de educación superior, restando oportunidades a quienes tiene un título solo de bachiller o quienes buscan los centros de educación continua.
Por último también se señala en las nuevas reglas del ex IECE dictaminadas el año 2016, la reducción del tiempo de gracia de los deudores, cuyas deudas fueron trasladadas del IECE al Banco del Pacífico[5], lo cual contribuye a mejorar la rentabilidad de la institución bancaria e indudablemente perjudican al estudiante.
De esta forma va cerrando el círculo de una educación elitista, privatizada y mercantil. La Pontifica Universidad Católica del Ecuador PUCE el año 2013 decidió incrementar el valor de los aranceles, de acuerdo a la inflación del país, y disminuir el 10% durante tres semestres consecutivos el sistema de Pensión Diferenciada[6] afectando de esta manera el bolsillo de los estudiantes y sus familias. Esto recibió la respuesta contundente y solida de los estudiantes de la PUCE durante un año y medio de movilizaciones que terminaron siendo acalladas por los medios de comunicación y por las propias autoridades de la universidad. De igual manera en el año 2015 la Universidad de las Américas UDLA registró un aumento de los precios de las “matrículas”. Si bien este rubro no había crecido en los últimos diez años, sí lo habían hecho las colegiaturas[7], aumentando cada semestre su costo. Finalmente, tras la protesta y movilización durante dos ocasiones de los estudiantes de la UDLA se logró que la institución devolviera el dinero a sus estudiantes. En el caso de la UTE el año 2015 cierra también con el aparecimiento de un nuevo requisito en las matrículas de los estudiantes universitarios, una “pre-matricula” es decir, un monto previo para asegurar un cupo en las matrículas, sumándole a esto, un sistema meritocrático de matriculación donde quienes tenían mejores notas tenían acceso a los primeros cupos de las materias, y los estudiantes con mas bajo rendimiento académico iban quedando rezagados. Esto con la manifestación de los estudiantes fue aplazado durante dos semanas, sin embargo, se terminó aplicado de manera arbitraria. Esto se le suma uno de los convenios firmados por la UTE con Petroamazonas, donde se puede dilucidar la orientación que tiene esta universidad[8].
Conclusión
Al tener un filtro como el SNNA en las universidades públicas, al recuperar “lo publico” no como objeto de conocimiento ni de propiedad de la sociedad, sino con un discurso elitista y meritócrata, ha obligado a miles de bachillerees a optar por la universidad privada, donde algunas tienen carreras que las públicas no ofertan, o simplemente es una forma “más fácil” de acceder a un título universitario y por tanto a una “mejora de la calidad de vida”. Si bien todas las universidades han manifestado distintas razones por las cuales aumentar los costos, el hecho es que ya se ha convertido en una tendencia el asumir que los problemas financieros de cada universidad en particular pueden y deben recaer sobre el bolsillo de los estudiantes. Y ello se halla legitimado por la legalidad impuesta por el gobierno actual. En los últimos años se ha dado un incremento de los valores de la educación superior universitaria. Como podemos ver, hay varias universidades que ya han manifestado este problema y que no hubiera salido a la luz publica sino hubiera sido por la respuesta movilizatoria de los estudiantes de las universidades privadas. Uno de los puntales del encarecimiento de las universidades privadas, ha sido la afamada categorización, donde estas universidades necesitan de grandes capitales económicos para mejorar su infraestructura y su personal docente para alcanzar los parámetros de la acreditación y así alcanzar la mejor categoría, incluyendo a los estudiantes a la lógica de la competencia entre estudiantes y entre universidades.
[1] Burguesía Compradora: La que vende bienes de consumo traídos desde el extranjero como pueden ser las concesionarias de automóviles. Burguesía burocrática: la que utiliza al Estado como palanca de ascenso económico y social.
[2] Villavicencio, Arturo. “¿Hacia donde va el proyecto universitario de la revolución ciudadana?”. Quito, 2013. Pág. 9
[3]MARIATEGUI, J., 1925. La enseñanza y la economía. Lima. (Libro on line). Disponible en: http://www.patriaroja.org.pe/docs_adic/obras_mariategui/.
[4] “Nuevas reglas ponen limites a la entrega de créditos educativos” Diario El comercio: http://www.elcomercio.com/actualidad/ecuador-reglas-limites-creditos-educativos.html (Visto 07/07/16)
[5] Video de la pagina de diario el Comercio explicativo sobre las nuevas reglas del ex IECE: (Visto 07/07/16) http://www.elcomercio.com/video/cambios-obtener-creditos-educativos-ecuador.html
[6] El Sistema de Pensión Diferenciada es un mecanismo interno de la PUCE donde después de realizar un análisis socioeconómico a cada estudiantes se le ubica en una categoría A, B, C, D, E Y F donde A es la mas baja y F la mas alta, la que representa el costo real de los estudios. A partir de la F se realiza un “descuento” a los estudiantes que se encuentran en las categorías subsiguientes, es decir, si una carrera X con una cantidad determinada de créditos cuesta 5,000$, estudiantes en categoría A Y B pagarían un costo aprox. De 1600$ entonces recibirían un “descuento” de la universidad de 3 400$.
[7] Colegiaturas es el costo del total del semestre en la UDLA que se diferencia según la carrera. La matrícula es un valor fijo, y la Colegiatura es el valor máximo que van en aumento cada semestre. En esta universidad no se cobra por créditos sino por colegiaturas, es decir, si un estudiante coge más de 3 materias paga lo mismo que un estudiante que coge 6 o 7 materias.
[8] “La UTE y PETROAMAZONAS firman un convenio” http://www.revistalideres.ec/lideres/ute-petroamazonasep-convenio-cooperacion.html (Visto 07/07/16)
Bibliografía:
Pacheco, L. (2013). El contexto histórico de la creación de universidades a partir de 1990. En CEAACES, Suspendida por falta de calidad. El cierre decatorce universidades en Ecuador (págs. 31-55). Quito: Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior.
Villavicencio, A. (2013). ¿Hacia donde va el proyecto universitario de la Revolución Ciudadana? Quito: 13ediciones.

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